Seis cosas geniales de Galicia que (casi) no tienen que ver con el turismo

Galicia es un lugar maravilloso, y seguramente si has leído alguna de nuestras entradas te hayas percatado de la pasión que sentimos hacia nuestra tierra. Es hermosa, se come bien, tiene una profunda historia y posee un millar de matices que podría tenernos días hablando de ella, si no semanas. En esta ocasión, hemos optado por traeros las seis mejores cosas de Galicia que no tienen que ver con el turismo. Al menos, no directamente. ¿Queréis conocerlas? Pues vamos allá:

1. La retranca

Si no conoces a este señor descuida, un día de estos le toca

Probablemente se trate del aspecto menos turístico del carácter gallego, aunque es uno de los más encantadores. Galicia posee una forma de ser difícil de comprender fuera del territorio. De hecho, seguramente hayáis oído alguna vez eso de que no se sabe si los gallegos subimos o bajamos, y eso precisamente es la retranca. Si quisiéramos traducirlo la llamaríamos ironía, pero pierde la mayor parte de matices enxebres que posee la palabra original, y suele asociarse a una suerte de humor muy propio y elaborado que  choca profundamente a los foráneos, en gran parte debido a su combinación de bromas muy agudas y sutiles con semblantes serios que no dejan, desde fuera de la burbuja gallega, descifrar el verdadero significado de nuestras palabras. No obstante tras una leve exposición a nuestra retranca comenzaréis a comprenderla y, creednos, nunca os habréis reído tanto.

2. Los huevos

Los huevos y el pan, tras probarlos en Galicia no hay vuelta atrás

Todos sabéis lo que es un huevo, ¿verdad? Pues además de esa cosa que Colón ponía de pie para ganar apuestas, un huevo es –una vez retirada la cáscara– un alimento increíble. Curiosamente hace unos días el chef asturiano José Andrés, tras finalizar el Camino de Santiago, comentó que lo mejor de la gastronomía gallega es el huevo. Seguramente esta declaración dejó a las mariscadoras y a los ganaderos mirándose entre ellos patidifusos porque, ¿cómo un huevo va a ser lo mejor de Galicia? En una tierra llena de percebes, angulas, langostas, mejillones, ternera y vaca gallega, porco celta, pimientos de Herbón… Y va y dice huevos. No queremos entrar en el debate, entre otras cosas porque nosotros no somos expertos en gastronomía, pero no podemos negar que nos fascina el huevo y este es, además, el ingrediente fundamental –junto a la patata– de nuestras espectaculares tortillas. Además, dada su falta de reconocimiento, sea o no lo mejor de nuestra gastronomía, este producto merece aparecer en nuestra lista.

3. Pequeñas grandes ciudades

Santiago de Compostela, la pequeña gran capital del norte

En Galicia viven cerca de tres millones de personas, y su ciudad más poblada no llega a las trescientas mil, aunque la mayoría rondan las noventa mil. Para aquellos que viváis en las grandes metrópolis de la península puede parecer a priori que os movéis a un pequeño pueblo, pero nada más lejos de la realidad: Las ciudades gallegas han crecido rodeadas de enormes áreas metropolitanas y explotando una gran potencia turística, lo que ha hecho que evolucionen hasta poseer un sinfín de servicios y ventajas propios de Bilbao, Valencia o Sevilla en territorios lo bastante pequeños como para ir caminando de un sitio a otro.

4. El verde

Las Fragas do Eume, un obligatorio si nos visitas.

Color favorito de Lorca, el poeta gallego más andaluz, no es un color tan raro de ver por la zona cantábrica ni allá por el suroeste de la península, pero Galicia siempre ha trascendido como la tierra de los bosques, y no es para menos. Rodeada de robles, castaños y pinos el paisaje verde gallego no se limita solo a su rural, sino que en sus ciudades moran increíbles parques y jardines rebosantes de biodiversidad, así como sus calles están llenas de frondosos árboles. En realidad no se trata de algo tan raro y muchas ciudades poseen esto, pero una de las mejores experiencias que se pueden vivir en Galicia es sentarse a la sombra de un árbol con un libro a sentir la brisa veraniega.

5. El clima

Sí, a veces llueve en Galicia. Mucho. Pero vale la pena.

Si hablamos de números seguramente terminemos asustándonos, pero el clima de Galicia es probablemente el mejor de la península. Con temperaturas medias anuales de entre trece y quince grados, es una de las comunidades más estables: Es la más fresca en verano y, aunque no tiene la calidez del mediterráneo en invierno, tampoco hace un frío devastador. Lo que sí hay es lluvia uno de cada tres días al año –aunque gran parte caen en otoño e invierno–, y lejos de ser algo negativo es el secreto de nuestros bosques, nuestros ríos y nuestro aire limpio. De hecho, Galicia en invierno es uno de los paisajes más espectaculares que uno puede llegar a ver, con sus ríos al máximo nivel y los imponentes oleajes de varios metros de altura en sus costas.

Estas han sido cinco grandes cosas de Galicia que no tienen demasiado que ver con el turismo, pero ahora que las conoces estás a tiempo de hacer que se conviertan en parte de tu viaje. Habla con gente gallega, prueba nuestros productos, recorre nuestras ciudades y cobíjate en nuestros parques en las majestuosas tardes de otoño. Y si queréis conocer la sexta… Venid a buscarla.

Una respuesta a «Seis cosas geniales de Galicia que (casi) no tienen que ver con el turismo»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *