Una vez alguien dijo que no se debe visitar Galicia en invierno porque llueve mucho, hace frío y el viento cala hondo. Alguien dijo también en algún momento de lucidez que por qué venir a Galicia en verano, si lo más bonito se ve en primavera. Aunque con el polen, mejor no visitarla tampoco en primavera ni en otoño. Si te fías tal vez llegues a creerte que nunca es el momento perfecto para viajar a Galicia, pero lo cierto es que Galicia es perfecta en cualquier momento. Por eso hoy os traemos algunas ideas mágicas que se disfrutan mucho más en invierno:
1: La floración de la camelia.
Entre enero y abril coincide que la camelia, esa flor tan fácil de ver en las Rías Baixas, está en pleno auge de su floración. Hay cientos si no miles de especies distintas por toda nuestra costa, cada una única y hermosa como ella sola. Puedes verlas en castillos como el de Soutomaior y pazos como Quinteiro da Cruz, de los que ya os hablaremos más detenidamente otro día. ¿Pero sabéis lo mejor? Las magnolias, azaleas y muchas otras flores se abren en esta fecha, creando en Galicia ríos arcoíris en medio de nuestros verdes jardines.
2: El marisco.
No podemos hacer ningún top (o casi ninguno) sobre Galicia y no hablar de marisco. Desde los moluscos como almeja, mejillón y pulpo hasta nuestros cangrejos, cigalas y bogavantes encuentran su mejor etapa con el año nuevo. Algo deben tener las aguas frías de enero, que convierten el invierno en la mejor temporada para hacer turismo gastronómico en nuestras costas.
3: Penas de Rodas.
Os hemos hablado de Lugo y su impresionante muralla, ¿verdad? Penas de Rodas queda muy, pero muy cerca. No queremos hablaros mucho sobre este lugar porque cuanto menos leáis mayor será vuestra sorpresa. Solo comentaros que encontraréis un lugar mágico, antiguo santuario celta del año solar con milenios a sus espaldas. ¿Os animáis a conocerlo?
4: Castro de Viladonga
Pondal quiso que se cantase en nuestro himno la importancia de los castros en nuestra historia, y muy cerca de Lugo también se encuentra uno muy peculiar: El castro de Viladonga no solo es escenario perfecto para un cuento de hadas por su construcción, sino que posee una muy interesante colección de herramientas y alhajas de hace una eternidad. Es un obligatorio vengas cuando vengas, pero durante el invierno parece simplemente mágico; una experiencia inolvidable.
5: San Martiño de Mondoñedo.
Si desde Viladonga queréis perderos hacia el norte encontraréis un sinfín de lugares interesantes, pero la Basílica de San Martiño de Mondoñedo es un lugar que no os podéis perder. Catedral románica del siglo IX, se trata de la más antigua de España, o al menos solía serla hasta que la diócesis se movió a casa de Merlín (definitivamente, tenemos que hablaros de Merlín algún día). Ver este grandioso edificio es simplemente sobrecogedor, no solo por su belleza modesta y enxebre, sino porque de tocar sus muros milenarios podréis sentir el paso de las eras.
Hay muchas más cosas que ver en Galicia en invierno, de eso no tengáis dudas. Da igual cuándo vengas vivirás una experiencia inolvidable, y hay tantas cosas que visitar en esta época que vamos a tener que dejar el resto para otro día, ¿no creéis?